Cuando hablamos de la importancia de hacer un uso no sexista del lenguaje para promover la igualdad de género, es frecuente escuchar expresiones tales como "eso es una tontería", "la RAE dice...", "hay cosas más importantes", "yo me siento incluida con el masculino genérico" por citar algunas.
Sin embargo, el uso que hacemos del lenguaje no es inocente. Como hablamos es fruto de cómo concebimos el mundo y, a la vez, con el lenguaje contribuimos a crear una concepción del mundo. De hecho, el uso sexista del lenguaje es una de las formas que más contribuye a la pervivencia de la violencia simbólica hacia las mujeres.
Por lo anterior, es fundamental hacer un uso del lenguaje que no excluya, subordine ni invisibilice a las mujeres.
