DOS VISIONES
- María Ángeles
- 28 abr 2020
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 30 abr 2020
Dos visiones muy diferentes de cómo abordar los derechos de la infancia son las que nos proponen los cortometrajes "La vida efímera" de Pere Joan Ventura y "Binta y la gran idea" de Javier Fesser.
Puedes ver los citados cortometrajes aquí:
"La vida efímera" https://vimeo.com/44020470

"Binta y la gran idea"

Comenzando con "La vida efímera", considero que son varios los aspectos a mejorar. Entre los mismos, destaco los siguientes:
* No se pone de manifiesto la interdependencia entre los diferentes países del mundo ni las relaciones desiguales entre el Norte y el Sur. En cambio, hace un planteamiento parcial y estereotipado del problema. Por ejemplo, en un momento de la película, se menciona que "Guinea es rica en petroleo y manantiales pero sigue siendo pobre", como si esta realidad fuese ajena a unas dinámicas internacionales determinadas. Igualmente, se establece una relación de causa-efecto entre la elevada mortalidad infantil por malaria y la falta de higiene, el alto precio de los medicamentos y la picadura del mosquito. Sin embargo, falta una reflexión sobre cuales son las razones de dicha falta de higiene y del alto precio de los medicamentos. Se obvia las dificultades para contar con una vacuna. Es decir, no se contextualiza en toda su dimensión, lo que repercute en una falta de información que permita llevar a cabo una reflexión profunda y la búsqueda de alternativas. En definitiva, se incumple el círculo "Exploración, Reacción, Acción".
* No hay un equilibrio entre la información y la emoción. Como he señalado en el punto anterior, no se facilita una información rigurosa. Sin embargo, se hacen afirmaciones tales como "cuando un niño cumple 8 años, ya puede empezar a soñar", "la vida es tan efímera que ni siquiera da tiempo a que los niños tengan un nombre". Afirmaciones que, sin el contexto necesario, provocan frustración e impotencia.
* No se protege la dignidad ni de las criaturas ni de las personas adultas. Se muestran imágenes de sus rostros, de sus cuerpos, de sus emociones sin el tacto y cuidado adecuado, vulnerando la privacidad de niñas/os y mayores. Especialmente dolorosa es la imagen en la que a una mujer le comunican que su hija ha fallecido. Recoger esa imagen me parece una falta de sensibilidad y de respeto. Rodar dichas imágenes como si se tratase de un espectáculo en un momento en el que es tan necesaria la intimidad, el cuidado y el amor, resulta ser una falta de empatía y humanidad alarmante.
* Se muestra una relación jerárquica entre el personal cooperante y la población local. Me ha llamado la atención la frialdad con la que parte del personal médico trata a la población local. La realidad que se proyecta es la de unas personas (sanitarias/os) que saben lo que hay que hacer y una población local que ha de creer en lo que se le dice y obedecer. Hay una escena, en el minuto 16:45 en el que una mujer lleva a su niño enfermo de varios días. El trato del médico llega a ser inquisitorial, preguntándole sin dejarla ni siquiera responder.
No considero que esa sea la manera correcta de trabajar. Echo en falta una relación horizontal, que tenga en cuenta la realidad del terreno, que se base más en la sensibilización o educación para una salud responsable y en la que se haga partícipe a la población para que se convierta en agente de cambio.
* Infravaloración de la cultura local. En un momento de la película, se trata la contradicción entre la ciencia y la tradición y se critica el papel de las curanderas. Obviamente, hay que evitar que se recurra a estas mujeres para curar la malaria puesto que no tienen la capacidad ni los medios para ello. Sin embargo, en lugar de hacer un trabajo de sensibilización y de concienciación desde el respeto, percibo una actitud de superioridad.
* Las personas son presentadas como víctimas. Unido a lo expresado en el párrafo anterior, no se pone en valor la fortaleza de las mujeres, su coraje para buscar la sangre y salvar a sus niñas y niños. En lugar de ello, la doctora habla de la paciencia de las madres o se dan cifras de fallecimientos como si el futuro estuviera predeterminado.
* ¿Dónde están los hombres? ¿Qué hacen? ¿Qué papel desempeñan en esta situación? Sin embargo, la portada de la película es un hombre con un muñeco blanco en brazos. Hilando muy fino, podría ser una metáfora de África cuidando y alimentado al Norte. Pero no, creo que es fruto de no ver a las mujeres. Las mujeres son las que sacan a sus hijos/as adelante, las que andan kilómetros para salvar a sus niñas y niños y en la imagen de la publicidad de la película se muestra a un hombre. Poco más que añadir.
Fruto de lo anterior, no me parece un material muy adecuado para trabajar los derechos de la infancia y la ciudadanía global. A no ser que lo utilicemos para mostrar los aspectos a mejorar. En ese caso, lo usaría para alumnado a partir de 1º de bachillerato, invitándoles a que buscaran información de las causas y haciendo preguntas poderosas que les llevaran a una reflexión profunda.
En lo que respecta a "Binta y la gran idea", es prácticamente lo contrario a lo comentado respecto a "La vida efímera".
* Educación en valores. En la escuela se invita a las criaturas a que se mezclen; personas blancas y negras, altas y bajas, inteligentes y menos inteligentes, niñas y niños... Se les anima a que lo hagan en ese espacio y en el mundo de mañana. Está promoviendo que las pequeñas y pequeños se conviertan en agentes de cambio. Además, les habla de la importancia de respetarse, de aceptar las diferencias y fomenta que tomen conciencia de su dignidad. "Todas/os somos personas", les dice el maestro.
* Se contempla la interdependencia. De una manera amable y con sentido del humor, se pone de manifiesto este aspecto y, por tanto, las consecuencias que las acciones de una parte del mundo tiene en el otro y viceversa.
* Hay un equilibrio entre la información y la emoción. Se facilita información que ayuda a comprender la situación y a buscar soluciones. Asimismo, hay mucho cuidado a la hora de tratar las emociones. De hecho, plantea el problema a través del teatro, lo que nos permite tomar conciencia de la mencionada situación sin vulnerar la intimidad y privacidad de las/os protagonistas.
* Hay una puesta en valor de Senegal. Binta dice que le gusta su país, los colores. Asimismo, se muestra la riqueza cultural del país; la música, las ropas, los paisajes. Lo que no implica obviar la necesidad de cambios y tomar una actitud activa para hacerlos realidad.
* Cooperación entre mujeres. Frente al mito de la competitividad entre mujeres, la película pone en valor la cooperación y colaboración entre ellas. Cuando Binta presenta a su madre dice que, aunque cada mujer tiene su tierra, les gusta ayudarse y estar juntas.
* La comunidad local tiene un papel activo en su desarrollo. Con sumo cuidado e introduciendo el humor, refleja una situación injusta y facilita herramientas para transformarla. Una transformación que viene de la mano de las/os principales afectadas/os.
* Se muestra lo mucho que el Sur puede aportar al Norte. Ante una visión de la cooperación y el desarrollo paternalista, de superioridad de los países del Norte hacia el Sur, la película muestra todo lo que los países ricos tienen que aprender de los países empobrecidos.
Me parece una película preciosa, llena de alegría y belleza. Amable y efectiva en el tratamiento de las dificultades que las niñas se encuentran para acceder a la educación, la desigualdad que ello genera y la capacidad y confianza para cambiar la realidad.
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